0
El biocombustible es una mezcla de sustancias orgánicas que se utiliza como combustible y que se produce con materia materia orgánica en un proceso biológico, para poder usar el resultado como fuente de energía.
Cepsa produce este biocombustible de segunda generación (2G) en su Parque Energético La Rábida, en Palos de la Frontera (Huelva), a partir de residuos orgánicos y aceites usados de cocina.
Doble ventaja: las emisiones de los aviones se reducen hasta en un 90 % en comparación con el queroseno convencional, y se aprovechan residuos que, de otro modo, acabarían en vertederos.
La alianza firmada por Air Europa y Cepsa permitirá suministrar a los aviones con 14,4 toneladas de combustible sostenible de aviación (SAF). Esta es la primera vez que dos compañías en España establecen un suministro regular de este combustible sostenible para una ruta aérea específica, en concreto Madrid-La Habana. Durante un año, el primer vuelo mensual se realizará de esta forma.
Durante el periodo de colaboración entre Cepsa y Air Europa, se evitará la emisión de cerca de 50 toneladas de CO2, el equivalente a la plantación de 575 árboles.
Los vuelos contarán con un 2% de SAF y servirán como prueba para adelantarse a los objetivos marcados por la Unión Europea en su iniciativa legislativa “ReFuelEU Aviation”, desarrollada para impulsar la sostenibilidad en el sector aéreo.
“Este acuerdo da cumplimiento a los compromisos asumidos en materia de sostenibilidad, uno de los ejes vertebrales del Plan Estratégico 2023-2025 de la aerolínea. Asimismo, al emplearse este combustible en la ruta a La Habana, la compañía visibiliza su papel estratégico en la conectividad aérea con América”.
Jesús Nuño de la Rosa, CEO de Air Europa
«Creemos firmemente que este tipo de iniciativas son fundamentales para avanzar hacia una aviación más respetuosa con el medioambiente. Es un orgullo colaborar con Air Europa en su apuesta por la descarbonización del transporte aéreo».
Tobi Pardo, director de Aviación de Cepsa
Air Europa da un paso más en la consecución de sus objetivos de descarbonización a través de la innovación sostenible, liderando el uso regular de SAF por parte de su flota B787 Dreamliner, una de las más eficientes del mercado, capaz de reducir en un 20% tanto las emisiones como el consumo del combustible.